«La corrupción no le importa a nadie», por Micaela García

…decía Saramago, allá por el 2009 cuando recopiló una serie de artículos en su “ Cuaderno “, y cuya edición se vetó en el país que vio nacer a la mafia. El filósofo y premio nobel ponía de manifiesto los elementos que define cómo se comporta la corrupción, como se gesta, germina y crece.

«La corrupción necesita de un hábitat para evolucionar, y paradójicamente, crece y se alimenta de la hambruna ajena, allá dónde haya necesidad, ella se hace grande y se expande, pero además necesita de una pérdida importante de valores que abonen su crecimiento»

Desde hace días asistimos a una “polvareda mediática” por dos casos de “supuesta” corrupción que han puesto en el punto de mira al PP de Alhaurin de la Torre, por un lado, la investigación de Fiscalía al equipo de gobierno por la adjudicación de los contratos públicos a una empresa que acumula un beneficio de más de 3 millones de euros de dudosa legalidad, y cuya gestión ha estado cuestionada por los propios vecinos y vecinas. Además de la difusión pública de que una edil y diputada provincial daba a dedo a la empresa de su cuñado, donde trabaja su pareja, contratos, solamente en el ente provincial, por valor de 190.000 euros, a los que ella daba el visto bueno como responsable del área.

Lo llamativo no son los casos, día a día nos levantamos con cuestiones como esta, por desgracia para nuestra generación, lo esperpéntico a mi parecer, es la reacción que esto causa. Obviamente aquellos que se benefician de esta situación, luchan como gatos panza arriba, porque temen perder sus privilegios, y sus armas de lucha, no son ni mucho menos, demostrar que no hay nada de verdad en lo que se dice, su modo de defensa es despejellar literalmente al que pretende que impere la legalidad, la honestidad y el buen hacer, que es lo que algunos de los que estamos aquí de forma temporal nos empecinamos en que sean los valores que reinen hoy día en la gestión pública.

Luego tienen un segundo ejército en la retaguardia, que se encargan de amedrentar, intimidarte, convencerte de que no merece la pena tu lucha porque nada cambiará, también están los que te retiran la palabra, el saludo o miran para otro lado cuando pretendes dar los buenos días, un apartheid que dirían algunos. La dialéctica gana protagonismo frente a la prueba. No importa el hecho, hay que valorarlo jurídicamente dicen, buscando en el tiempo un aliado que haga olvidar el oprobio.

Después llegan los medios, que quieren conseguir su fin, para que su “medio” de vida continúe, y sirven al amo, como las paredes en Pompeya servían para que los cobardes tallaran en la perpetuidad las injurias, pero aún no está todo perdido. En este pueblo quedan muchos hombres y mujeres que desean que este pueblo sea diferente, que no tienen miedo y que no ponen ni su hambre si su alma en venta, porque no tiene precio.

«Somos los socialistas de Alhaurin de la Torre, un grupo que desde hace muchos muchos años hemos sido muy maltratados, injuriados e incluso vilipendiados por aquellos que tenían el poder, que no el gobierno y eso nos ha hecho más fuertes de corazón, sin sombra de rencor pero con muchas ganas de justicia social».

Yo, que crecí junto con muchos de mi generación en un ambiente muy humilde, aprendí que todo aquello que quisiera tener, sería producto de mi esfuerzo físico e intelectual y no se comportarme de otra forma, por eso cuándo me preguntan si me merece la pena pagar el precio del linchamiento público, mi respuesta es sí porque ni yo ni mi familia socialista de Alhaurin de la Torre sabemos entender la vida de otra forma distinta. Seguiremos…

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