En respuesta a las quejas de vecinos de Casasblancas, la concejala socialista Ana Ortega anima además a la Junta de Andalucía que inicie estos trabajos en las zonas de su competencia
La concejala socialista Ana Ortega ha propuesto al Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre que adelante la campaña contra la procesionaria en el municipio, además de proponer que la Junta de Andalucía haga lo mismo en las zonas de la localidad que sean de su competencia. Así lo ha manifestado la edil del PSOE tras hablar con los vecinos de Casablancas que observan “cómo ya los pinares que los rodean están llenos de procesionaria, causando un peligro a las personas que residen o pasean por allí y también para sus mascotas. En octubre del 2018 se realizó la última campaña contra la procesionaria en parques y jardines públicos por parte de nuestro Ayuntamiento”, ha informado la edil socialista.
Ortega recuerda que “la procesionaria del pino es una oruga que hacia final de invierno o principio de primavera sale de los pinos, formando una procesión serpenteante hasta encontrar un suelo donde enterrarse. Cuando los humanos y las mascotas entran en contacto con estos pelos de estas orugas pueden provocar reacciones, que van desde una leve inflamación e irritación a un shock anafiláctico severo. Los peores problemas se producen si se produce contacto directo con la oruga o si se ingieren los pelos urticantes. Simplemente caminando entre ellas, se puede producir el contacto, que al principio produce un sarpullido en la piel y un fuerte picor”, ha manifestado Ortega, experta en esta materia por su formación académica.
Erupciones dolorosas, también para las mascotas
La erupción “puede ser dolorosa, con un fuerte comezón y puede durar varias semanas, por lo que es recomendable consultar a un médico que aminore sus efectos”, aconseja la socialista. Los servicios veterinarios de emergencia reciben muchas llamadas durante la época en que las orugas miran al suelo porque los perros curiosos se acercan demasiado, y pueden recoger los pelos con las patas, lo que les causan irritaciones que acaban lamiendo. Una vez que los pelos están en la boca producen picazón, hinchazón e incluso vómitos. Por lo que hay que estar atentos de los síntomas del animal y llevarlo a un veterinario.
Un efecto del cambio climático es el aumento de las plagas de procesionaria. El control de este insecto se hace cada vez más complicado. Normalmente se propagaba al final del invierno y al principio de la primavera pero cada vez debido a que los inviernos son más suaves y cálidos, las larvas de estos insectos aparecen cada vez antes.