Pobreza y cambio climático

  • Escenario: España, 8 de abril de 2021, el Congreso de los Diputados aprueba la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, primera norma de este tipo en nuestro país.
  • Objetivo: Lograr, en 2050, la neutralidad energética. Es decir, que no emitamos más gases de efectos invernaderos de los que nuestro ecosistema puede contrarrestar (por ejemplo, a través de elementos de filtrado como masas de vegetación). Para alcanzar esta meta la ley establece hitos encaminados a cumplir nuestros compromisos internacionales.
  • Intervinientes: La ley sale adelante con el apoyo o la abstención de todas las fuerzas políticas que forman parte en la comisión para la Transición Ecológica excepto Vox. Escuchemos a su diputado José Contreras:

Su razonamiento, simplista y simplón, sería hasta gracioso sino fuera por las terribles implicaciones que el calentamiento global tiene sobre la población más vulnerable del planeta, aquellos que sobreviven bajo el umbral de la pobreza en las zonas más desfavorecidas de la Tierra.

No nos extenderemos en enumerar sesudos estudios, fuentes académicas y extensa bibliografía, aceptados por la práctica totalidad de la comunidad científica, nos limitaremos a enumerar un puñado de realidades que cualquiera puede comprender y que son fácilmente comprobables echando mano de hemeroteca y sentido común.

  1. Desertización de tierras tradicionales de cultivo y ganadería: desnutrición de poblaciones locales que dependen directamente del éxito de las cosechas y de la salud del ganado. Aumento de la mortalidad en todo los grupos de edad, pero especialmente entre los menores de cinco años.
  2. Muertes por agravamiento de enfermedades crónicas: el cambio climático, además de elevar la temperatura media de nuestro planeta, ha llevado a que se multipliquen fenómenos meteorológicos que conllevan temperaturas extremas. Tanto el calor como el frío que exceden el rango de confort del ser humano, conlleva que diversas enfermedades, especialmente las cardiorrespiratorias, se agraven. Durante o inmediatamente después de las olas de frío o de calor se producen importantes repuntes de muertes por esta causa. Estos datos son especialmente graves en territorios en los que la población carece de acceso a una sanidad pública de calidad, así como a recursos para regular la temperatura de manera artificial (pobreza energética).
  3. Plagas: el cambio climático ha aumentado el volumen de plagas de insectos que afectan a personas, animales y plantas, directamente o actuando como vectores de transmisión de enfermedades. Dichas especies han colonizado nuevas zonas y han acortado su ciclo de vida.
  4. Desaparición de fuentes de agua: el cambio climático provoca sequías prolongadas, llueve menos y el comportamiento de las lluvias se vuelve más errático, la sequía conlleva la pérdida de fuentes de agua para poblaciones que ni tan siquiera cuentan con sistemas de canalización de agua potable. Además de lo más obvio, sin agua es imposible la vida, esto lleva a recurrir a suministros de agua contaminados, con las consecuencias previsibles para la salud y la supervivencia de las personas afectadas. A esto hay que añadir la obligación de recorrer grandes distancias para acceder a recursos hídricos, este trabajo es asumido en muchos casos por mujeres, niñas y niños, que se ven obligados a poner en peligro su seguridad para cumplir con dicha labor
  5. Pérdida de infraviviendas: las viviendas precarias no pueden hacer frente a condiciones extremas: inundaciones, tornados, vendavales, etc. Tras estos desastres naturales quedan seriamente dañadas o desaparecen.
  6. Éxodos y migraciones: la pérdida de los modos tradicionales de obtener alimentos y otros recursos indispensables, tiene como consecuencia que grandes grupos de población se desplacen hacia otras tierras. No es necesario recordar los problemas y peligros derivados de esta realidad. No deja de ser curioso que una formación política tan contraria a los movimientos poblacionales, no haga todo lo posible por mantener unas condiciones dignas en los países de origen.

Solo mediante nuestro voto podemos mantener alejada esta ideología negacionista, partidaria del «no es necesario hacer nada, todo irá bien si seguimos como hasta ahora», de cargos con capacidad de decisión sobre temas de tan crucial relevancia como el cambio climático y transición energética. Voto responsable por un mundo mejor para nosotros y para quienes carecen de todo, incluso de la capacidad de decidir.

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