La portavoz socialista sostiene que estas facturas no aclaran los asistentes ni la función de representatividad que ampara la legalidad de este gasto
“Ternera gallega, paletillas de cordero, bacalao, anchoas, licores, vinos, son alguno de los gustos culinarios de quienes durante quince veces en 2016 y 2017 se reunían presuntamente con objeto de negociar un convenio laboral que a día de hoy no existe, y digo presuntamente porque desconocemos quienes asistían y en calidad de qué, porque no hay documento que justifique que era una reunión institucional o una comida de amigos pagada por los contribuyentes” señala Micaela García, portavoz del PSOE que define como una vergüenza que en los tiempos que corren esas reuniones de trabajo se hagan en una mesa de un restaurante y pagadas con dinero público.
“ Si tienen que hablar de las mejores salariales que lo hagan en el Ayuntamiento o en Diputación, que nos sale gratis, no bebiendo vino, es repito una vergüenza”, detalla la portavoz del PSOE que ha anunciado una propuesta que llevará a pleno que regule los gastos de protocolo, puesto que debe quedar constancia que el gasto protocolario se hace por un acto institucional o representativo o incluso de cortesía con alguien relevante, pero que haya justificación documental de todo.
Los socialistas anuncian que en otros Ayuntamientos los gastos de este tipo están regulados y deben contener además de la factura detallada, un certificado del departamento que autorice el gasto donde aparezcan las personas que participan y una motivación del gasto para evitar que la discrecionalidad que tiene el alcalde para realizar este gasto se convierta en una carta blanca, que es lo que ha ocurrido con estas comidas, donde no se conocen los participantes y la motivación no esta justificada, por ello, la portavoz del PSOE pedirá la devolución de lo que pagó el Ayuntamiento por los almuerzos durante el 2016 y el 2017.