Al inicio de esta legislatura municipal, el Pleno del Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre, tal como indica la ley, eligió, entre una serie de candidatos, a D. José Antonio Santamaría, arqueólogo de profesión. El candidato elegido cumplía todos los requisitos legales (ciudadanía española, mayoría de edad y no tener causa de incapacidad o de incompatibilidad para desempeñar funciones judiciales aunque puede tener su propia actividad profesional o mercantil). Excepto en el punto de poder ejercer su actividad profesional o mercantil, tienen todas las incompatibilidades que se les exige a los que ingresan en la Carrera Judicial. Eso implica que no puede pertenecer ni a partidos políticos ni sindicatos. Sin embargo el comportamiento de nuestro Juez de Paz no parece muy ejemplar y tampoco la complacencia de nuestro alcalde, Joaquín Villanova, A las pruebas nos remitimos. Nos llamó mucho la atención que la noche de inicio de la campaña electoral de las elecciones generales estuviera pegando carteles de propaganda electoral de PP a la vista de todos. También chirría las imágenes donde se le ve asistiendo a un congreso o convención del PP. Pero ahí no acaba la historia, porque en la Junta de Gobierno Local del 27 de septiembre de 2012, se indica que es intención del Ayuntamiento contratar a D. José Antonio Santamaría como arqueólogo. Aunque sea un contrato menor, las formas vuelven a chirriar porque los jueces de paz no debieran mantener relación laboral con la Administración, que además lo eligió. ¿ Por qué no se procedió a realizar este contrato de forma pública, para que otros arqueólogos pudieran optar al mismo?. Denunciamos pues las formas del Sr. Juez de Paz y sobre todo la complacencia de nuestro alcalde que debería tener menos complacencia y más control sobre el fervor político de nuestro Juez de Paz y simpatizante del PP. Este caso, es solo un ejemplo más de cómo funciona este pueblo, que hasta el “poder judicial”, está controlado…sin estarlo.