Ese nerviosismo al que venimos asistiendo por parte de importantes miembros del Partido Popular tiene un motivo y un fondo, el motivo no es otro que la ‘’traición’’ a la que está sometiendo el alcalde-diputado de Alhaurín de la Torre, Joaquín Villanova a todos sus vecinos del pueblo cada vez que ejerce su derecho a voto en Madrid en condición de diputado nacional.
Villanova, que tanto presume de ‘’municipalista’’ en cada pleno y tanto exige a otras administraciones, está apoyando en Madrid una ley de la Administración Local (Reforma Local), que dejará a una gran mayoría de ayuntamientos y municipios sin recursos ni competencias, que además, pone en grave peligro 40.000 puestos de trabajo en Andalucía y en riesgo extremo, algunos de los servicios públicos esenciales de numerosos ayuntamientos.
Villanova, con su ego y su prepotencia a la hora de exigir a otras administraciones lo que él mismo niega a los alhaurinos, está votando una ley que repercute de forma muy negativa en la mayoría de los municipios andaluces.
Joaquín Villanova, el alcalde menos municipalista de la provincia de Málaga por defender y respaldar como diputado del PP, medidas y reformas que van claramente en contra de la democracia y la administración local.
